
Con una tradición de 454 años, las Procesiones de Semana Santa de Popayán se realizan en nombre de las creencias católicas de la población colombiana y la oportunidad de enaltecer el nombre de Popayán como la ciudad católica por excelencia. Por las calles de la ciudad blanca caminan miles de personas a diario durante los días de las procesiones realizadas por la muerte y pasión del Señor Jesús. Las celebraciones abren el 15 con la procesión diurna del domingo de ramos en la que la imagen del Santo Ecce Homo es llevada, junto al Señor Caído, desde la Capilla de Belén hasta la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción. El día 18 de abril se realiza la Misa del Carguero, en medio de las procesiones que terminan el 23 de Abril.
Popayán es reconocida mundialmente por la belleza de sus procesiones siempre adornadas con las más bellas flores e iluminadas con creativas instalaciones de luces, pero sobretodo se le conoce por la inmensa fe con la que habitantes y visitantes participan en las actividades. Las procesiones son la manifestación del culto católico en donde todas las personas tienen un lugar sin importar su lugar de procedencia o su estrato social. Además, el impacto de esta actividad en la ciudad de Popayán es muy positivo en cuanto se promueven las labores de artesanos, talladores, pintores, carpinteros, herreros, orfebres, modistas y bordadores, quienes están encargados de crear las imágenes y elementos característicos de la religión católica y la fecha que se celebra.
Este es uno de los eventos que concentra nuestra cultura colombiana gracias a la participación de familias completas que trasmiten esta costumbre de generación en generación y cuidan el legado católico al que pertenece nuestro país. Precisamente por esa razón, por ser un símbolo de nuestra cultura colombiana, la UNESCO nombró esta expresión católica como “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad” en el año 2009. Las procesiones son testimonio de quiénes son los colombianos como familia, como personas y como comunidad unida entorno a actividades positivas que resaltan los valores y cualidades de una nación constantemente deplorada por escenarios negativos.
Este es uno de los eventos que concentra nuestra cultura colombiana gracias a la participación de familias completas que trasmiten esta costumbre de generación en generación y cuidan el legado católico al que pertenece nuestro país. Precisamente por esa razón, por ser un símbolo de nuestra cultura colombiana, la UNESCO nombró esta expresión católica como “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad” en el año 2009. Las procesiones son testimonio de quiénes son los colombianos como familia, como personas y como comunidad unida entorno a actividades positivas que resaltan los valores y cualidades de una nación constantemente deplorada por escenarios negativos.
0 comentarios:
Publicar un comentario